domingo, 11 de noviembre de 2007

VESTIRSE POR LAS MAÑANAS

Siendo padre de un niño que está creciendo raro es el que no nos hayamos encontrado con uno de los primeros problemas de cada mañana, la hora de vestirse. Ese día que hemos decidido que ya es demasiado mayor para que le vistamos nosotros y ha de hacerlo él solito.

Algunos padres se niegan aceptarlo y prefieren, generalmente por comodidad, a seguir vistiéndoles ellos. No le están haciendo ningún favor, todo lo contrario. Los niños han de ir adquiriendo unas responsabilidades y una autonomía a mediad que crecen. Entre los dos y los cuatro años los niños deberían de aprender a vestirse solos.
Es difícil, el desayuno se está enfriando, el autobús de la ruta se marcha, mi paciencia, ¡a primera hora del día!, se está terminando y me encuentro con el niño en su cuarto tal y como le he dejado hace un buen rato.
Esta es una imagen que, probablemente hemos vivido muchos padres. Aquí recopilo algunas ideas para hacer esos momentos un poco más llevaderos:

HACERLO DIVERTIDO. Al principio tendremos que estar con él. Mientras se viste le podemos cantar o hablar. Le podemos poner su canción favorita.
Podemos inventarnos estribillos o coletillas para cada prenda. Primero las cantaremos con él, más adelante las oiremos desde otro lugar de la casa y podremos utilizarlas como “comprobante” de que la cosa avanza. Estas cancioncillas pueden ser del tipo”Así me pongo la camiseta, camiseta, camiseta, así me pongo la camiseta yaaa soy mayor”. En la propia cancioncilla le vamos enseñando un orden lógico de ponerse las prendas.

FACILITARLE TÉCNICAS. Siempre me ha parecido muy curioso cómo enseñan en educación infantil a ponerse el abrigo o el babi pero ¡funciona!. Lo extienden en el suelo con el cuello mirando al niño y la abertura hacia arriba, meten las manos y lo hacen pasar por encima de ellos...seguro lo habéis visto alguna vez. Bien, como esa le podemos enseñar a ponerse correctamente la ropa interior, la camisa, pantalones, etc. Podemos practicar con un muñeco o similar. Pongámosles ejercicios de abrochar cremalleras, botones, etc. y premiarle por cada uno conseguido.

ELEGIR LAS PRENDAS MÁS FÁCILES. Es obvio que las deportivas con velero son más fáciles que las de cordones..

OTRAS IDEAS. Les encanta vernos e imitarnos. Nos podemos vestir con ellos, a la vez, “hombre a hombre” y “mujer a mujer”.

Las prisas no son buenas. Debemos comenzar con estas prácticas, por ejemplo, los fines de semana o levantándonos un poco antes. Si lo dejamos todo a las prisas terminaremos fallando.

Elogiar cada paso adelante y reforzar las dificultades.

Batir su propio record. Cronometrar el tiempo que tarda en vestirse puede ser una idea sobre todo con los más competitivos.Sobre todo, establecer metas realistas.

Y, como siempre, mucho ánimo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón...Yo suelo ser de las que les ayudo por ir más rápido y tambien por hacerles mimitos mientras les ayudo, pero es un atraso..Muchos días ellas me dan una sorpresa y aparecen en mi cuarto totalmente vestiditas y les hace mucha ilusión porque se van sintiendo mayores haciéndolo ellas solas...