domingo, 4 de noviembre de 2007

CHUPARSE EL DEDO

Aquí dejo algunas ideas. Mucho ánimo.

Que los niños en los primeros meses se lleve el dedo a la boca no significa que inseguro o ansioso sino, más bien, que ese hábito satisface las necesidades de chupar (que es uno de sus instintos). En algunos casos esta necesidad es muy intensa.
Las estadísticas dicen que lo más probable es que lo dejen antes de los 5 años y, los más constantes, lo dejan antes de los 8.
Las dos razones por las que nos debemos preocupar es la social y la dental (puede afectar a la alineación de los dientes cuando empiezan a salir).

Para tratar este hábito podemos:
. Apaciguar el instinto. Si el niño lo que”necesita” es chupar podemos alargar los momentos del biberón con una tetina con un orificio más pequeño o con un chupete..
. Ignorar el hábito. Lo mejor sería no resaltar el hábito constantemente. No hay que hacer comentarios negativos ni positivos sobre el hecho de chuparse el dedo, evitar la conversación y el contacto visual con el niño cuando se esté chupando el dedo. No ofrecer ternura cuando se esté chupando el dedo. Cuando deje de hacerlo podremos acariciarle, abrazarle, etc. mostrándole mucho cariño. De esta manera estaremos premiando este comportamiento pudiéndolo reforzar con palabras como” estás más guapo sin el dedo en la boca”, “pareces mayor”, etc.
La eliminación de este hábito no se consigue de la noche a la mañana. Hay que tener paciencia y perseverancia.

1. Ayudar al niño a relajarse.
2. Que sea consciente. Que se mire en el espejo. Chuparse el propio dedo y pedir la opinión del niño.
3. Darle un “sustituto”. Puede ser un peluche, ...
4. Cambiar la situación o asociación. Para los más pequeños podemos empezar por reducir el tiempo o frecuencia del hábito.
5. Poner restricciones. Lugares donde esté prohibido estar chupándose el dedo, horas del día, ... Si no se cumple hay que aplicar una consecuencia natural: apagar la tele unos minutos, no tomar algo de comida, 5 minutos sin jugar en la calle, etc. Si, por el contrario, observamos que cumple con las normas no olvidarnos de ELOGIAR el esfuerzo y comportamiento.
6. Cada día que el niño tenga éxito lo puede dejar anotado de alguna forma (o los propios padres). Si ha sido en el colegio puede escribir una “minicarta”: queridos papás. Hoy no me he chupado el dedo en todo el recreo/colegio/etc. Me tenéis que felicitar.

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