En todas las sesiones, congresos y charlas sobre educación se puede escuchar algo sobre la introducción de las TIC en las aulas. Después de asistir a muchas de esas sesiones me queda la duda de si no nos estaremos dejando arrastrar un poco por esa ola sin pensar en cómo podemos terminar.
A los alumnos de hoy se les califica de “nativos digitales”. Han nacido y crecido en la época de los ordenadores, mp3, plasmas, etc. Es muy probable que si no tratamos de acercarnos a ellos utilizando toda esa tecnología corramos el riesgo de “no llegar”.
Ante todo ese planteamiento sobre lo positivo y lo negativo de introducir las TIC en las aulas, tras una fase de experimentación, puedo decir que tienen más de positivo que de negativo.
Hasta ahora he podido trabajar con mi s alumnos con los medios más o menos frecuentes como el proyector o el reproductor de CDs. Hace menos tiempo podemos disfrutar de ordenadores en las clases y cañones para proyectar la imagen para todo el grupo. Lo último que está llegando a las aulas son las PIZARRAS DIGITALES. Es increíble la rapidez con la que todos los alumnos, y digo todos, se familiarizan con estas tecnologías y les llama mucho más la atención. Puede ser porque, simplemente, es más llamativa o bien, porque es con lo que ellos han crecido.
Sin duda uno de los grandes (y útiles) avances de la tecnología en pro de la educación han sido las PDI (pizarras digitales interactivas). Es una maravilla poder obtener el doble de atención en nuestros alumnos con la mitad de esfuerzo.
Personalmente creo que esta herramienta tiene un potencial enorme del cual utiliza un pequeño tanto por ciento. Esto nos hace estar constantemente investigando y buscando recursos para poder utilizarlos posteriormente.
Una de las ventajas que más me han llamado la atención es con aquellos alumnos que eran más reacios a participar en ciertas asignaturas por resultarles “más difíciles”. Es asombrosa la manera en que estas tecnologías pueden romper esas barreras y hacer que el nivel de interés y participación crezca de manera increíble.
Frente a toda esta avalancha de resultados me quedan las preguntas: ¿cuánto tiempo podremos disfrutar de estas ventajas?, ¿cuánto tardarán los alumnos a acostumbrarse?y para entonces, ¿existirán nuevos avances?... Mientras tanto disfrutaremos de lo que tenemos.
Saludos
Dudas o ampliación : f.educare@gmail.com
A los alumnos de hoy se les califica de “nativos digitales”. Han nacido y crecido en la época de los ordenadores, mp3, plasmas, etc. Es muy probable que si no tratamos de acercarnos a ellos utilizando toda esa tecnología corramos el riesgo de “no llegar”.
Ante todo ese planteamiento sobre lo positivo y lo negativo de introducir las TIC en las aulas, tras una fase de experimentación, puedo decir que tienen más de positivo que de negativo.
Hasta ahora he podido trabajar con mi s alumnos con los medios más o menos frecuentes como el proyector o el reproductor de CDs. Hace menos tiempo podemos disfrutar de ordenadores en las clases y cañones para proyectar la imagen para todo el grupo. Lo último que está llegando a las aulas son las PIZARRAS DIGITALES. Es increíble la rapidez con la que todos los alumnos, y digo todos, se familiarizan con estas tecnologías y les llama mucho más la atención. Puede ser porque, simplemente, es más llamativa o bien, porque es con lo que ellos han crecido.
Sin duda uno de los grandes (y útiles) avances de la tecnología en pro de la educación han sido las PDI (pizarras digitales interactivas). Es una maravilla poder obtener el doble de atención en nuestros alumnos con la mitad de esfuerzo.
Personalmente creo que esta herramienta tiene un potencial enorme del cual utiliza un pequeño tanto por ciento. Esto nos hace estar constantemente investigando y buscando recursos para poder utilizarlos posteriormente.
Una de las ventajas que más me han llamado la atención es con aquellos alumnos que eran más reacios a participar en ciertas asignaturas por resultarles “más difíciles”. Es asombrosa la manera en que estas tecnologías pueden romper esas barreras y hacer que el nivel de interés y participación crezca de manera increíble.
Frente a toda esta avalancha de resultados me quedan las preguntas: ¿cuánto tiempo podremos disfrutar de estas ventajas?, ¿cuánto tardarán los alumnos a acostumbrarse?y para entonces, ¿existirán nuevos avances?... Mientras tanto disfrutaremos de lo que tenemos.
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